1. Final Fantasy VII
Un eterno pendiente que este 2021 por fin ha dejado de serlo. Me daba un poco de miedo enfrentarme a él por el tema de las expectativas, aquello de estar viendo cómo pasan los créditos y pensar «pues no era para tanto», pero hay nada de eso en Final Fantasy VII. Desde luego es necesario verlo dentro de su contexto, pero aun así me ha encantado. Como observación, debo decir que es un viaje que, creo, se disfruta mejor con la compañía de un amante de la obra. Es una buena forma de compartir impresiones a medida que avanza la trama y de aclarar situaciones donde su icónica traducción puede dejarnos con la ceja arqueada.

2. Arrog
Un juego chiquitito pero bien pulido. Su narrativa, poética y muy basada en el uso de los colores, pretende transmitir un mensaje de esperanza ante la muerte. Si os interesa saber un pelín más sobre él, podéis leer mi opinión de la obra por aquí, y si no, simplemente jugadlo. En treinta minutos, esta pildorita narrativa transmite una paz y una calma que, estando como estamos, sientan realmente bien.

3. Final Fantasy VII Remake
A esperas de ver cómo enfocan las próximas entregas, la senda que han tomado me parece la mejor forma de reamkear Final Fantasy VII. El juego recrea algunas escenas con una fidelidad que quita el hipo e inunda tanto ubicaciones como personajes con una personalidad y un carisma que en el original solamente se intuían. Por supuesto algunas partes se resienten al alargar un tramo que inicialmente duraba apenas seis horas, pero aún así admiro la valentía de añadir cambios y de jugar con el conocimiento y las expectativas de los fans. Tifa, te amo. Barret, eres mi padre. Nomura, no la líes por favor.

4. Ghost of a Tale
Aventura de sigilo donde el protagonista es una de las criaturas más adorables que recuerdo haber controlado en años. Tilo, el ratoncito, es chiquitín y está indefenso ante una fortaleza infestada de ratas, así que debe usar su inteligencia para suplir su incapacidad física y conseguir salir de allí. Jugablemente tiene buenas ideas y visualmente es breathtaking, pero por desgracia los fallos técnicos juegan bastante en su contra (podéis leer un articulillo sobre el juego haciendo click por aquí).
5. Teratopia
La verdad es que llegué a él sin expectativas, pensando en jugarlo de forma mecánica para analizarlo en DeVuego Latam (una web guapísima, por cierto), pero lo cierto es que me ha sorprendido muy positivamente. Con un avance similar a los dungeon crawler más clásicos y una mecánica de invocar a secuaces al más puto estilo Pikmin, ofrece variedad de situaciones y enemigos, enfrentamientos muy satisfactorios contra jefes y, por encima de todo, diversión en estado puro.

6. Melon Jorney
Leí en la EDGE un avance de la secuela y me dieron muchas ganas de probar esta primera parte. Es un jueguito sencillo, sin lecturas complicadas y muy wholesome. Interactuar con los habitantes del pueblecito de erizos donde se ambienta el juego transmite una mezcla de entrañabilidad y melancolía en la que me quedaría a vivir. Además, tiene unas ciertas vibes de los Hamtaro de GBA, y eso es algo a lo que este humilde redactor no puede resistirse.

7. The Legend of Zelda: The Minish Cap
En un intento por empezar a zanjar mi eterna deuda con la saga Zelda y atraído por su estilo artístico, me lancé con the Minish Cap. Me ha sorprendido muchísimo la lógica de algunos puzles, la realidad con la que plantea algunos de sus enigmas. Por otro lado, también me fascina la robustez y lo infalible de la jugabilidad de los Zelda, y cómo sigue funcionando perfectamente igual que el primer día. Mención especial a los ruiditos que hace Link, que son de lo mejor que he escuchado jamás.

8. Tiny Echo

Para un posible texto que me sobrevuela la cabeza he empezado a jugar a la obra de Might and Delight, comenzando por Tiny Echo. Se trata de una aventurita gráfica donde tenemos que buscar a trece personajes y entregarles una carta. Tanto los escenarios como los personajes están dibujados a mano, y eso sumado a la animación tan suave que tiene le da un aura de vida encantadora. El ritmo pausado, los sonidos ambientales y la ausencia de interfaz lo hacen una experiencia muy muy wholesome (parece que últimamente solo juego a cosas así, pero yo qué sé, un poquito de calma dentro de la tormenta es de agradecer).

9. The Wolf Among Us
Como primer contacto con la obra de Telltale Games, me ha parecido un formato muy agradecido para contar una historia que engancha fácil. Los protagonistas derrochan carisma, en parte por el buen guion pero sobre todo por la magnífica interpretación de los actores de doblaje. (Hot take: según he leído, la poca importancia de las decisiones fue criticada en su día. Aunque entiendo las quejas, a mí me ha gustado que permita rolear como Bigby Wolf sin preocuparte por sacar el final bueno. Los árboles de decisiones me agobian.)

10. Hyper Light Drifter
Lo he jugado en varias plataformas, pero esta vez me apetecía probarlo en Switch, y debo decir que sigue siendo de mis títulos preferidos. Un viaje a través de un mundo que es solo un recuerdo de lo que en su día fue, con un aura de desesperación y de esperanza perdida que me enamora. Los combates tienen mucha chicha y, con una devoción por la superación heredada de la saga Souls, plantea enfrentamientos donde cada espadazo puede ser decisivo.

11. Gorogoa
Gorogoa es una prueba irrefutable de que los puzles no solo son una mecánica de juego, sino que también pueden ser un medio narrativo. A través de unos rompecabezas de lógica y basados en la realidad del mundo que introducen, ofrece ingenio constante y formas nuevas formas de emplear sus mecánicas constantemente. Es complejo de explicar, pero muy sencillo de entender, así que lo recomiendo sim dudarlo. Una vez más, Annapurna demuestra su buen ojo.

12. Little Nightmares 2
Lleva hasta el extremo la mentalidad de if it’s not broken, don’t fix it, para lo bueno y para lo malo. Repite el diseño visual y de niveles, así como la ambientación grotesca que tan bien le funcionó en su primera entrega, pero añadiendo pequeñas mejores y algún que otro cambio en el gameplay. Todo el conjunto resulta en un juego que aunque tiene sus cosillas, funciona que da gusto. Desgraciadamente, ese continuismo también hace que a penas sorprenda, cosa que era gran parte de su esencia en la primera entrega.
Lo analicé para Gameno, y podéis leerme justo aquí.

13. Pokémon Cristal
A ver, es un Pokémon, o sea que cero sorpresas. Aun así, debo reconocer que no lo jugaba desde hará como 15 años y lo recordaba con algo más de chicha. Supongo que lo que ha cambiado no es tanto el curso del río como el hombre que se baña en él.
En cualquier caso, para los curiosetes, mi dream team es: Feraligatr, Victreebel, Snseasel, Gyarados, Arcanine, Suicune.

14. Uncharted 2: El reino de los ladrones
El Uncharted bueno, dicen. Y si bien solamente he jugado a los dos primeros, cierto es que supone un cambio considerable respecto a la precuela. Un torrente de acción desenfrenada, con un ritmo bastante bien llevado y disonancia ludo-narrativa a mansalva. Dicho esto, creo que la situación requiere hacer dos aclaraciones: 1. team Elena a muerte 2. Menos Nathan y más Tenzin.

15. The Milky Way Prince – The Vampire Star
Vale, aquí hay temita. The Milky Way Prince es una visual novel que habla sobre las relaciones tóxicas, sobre cómo otras personas pueden afectar a nuestra autoestima y sobre otros temas importantes de salud mental. El tratamiento que hace de todo esto es bueno, siempre desde el respeto, y su maravillosa localización facilita muchísimo empatizar con el protagonista. Sin embargo, debo decir que es un juego duro. Aunque no aparecen escenas visualmente impactantes, lo que dicen algunos personajes, y sobre todo la forma en la que lo dicen, puede ser complicado de asimilar si no estáis en un momento de estabilidad emocional o si habéis salido de una relación recientemente.
Total, que el juego es bueno y que defiendo a muerte este tipo de obras, pero que cuidadín con él. Cuidaos mucho, peñíscola.

16. Remnant: From the Ashes
Popularmente conocido como Dark Souls con pistolas, este apelativo define a Remnant bastante mejor de lo que podría parecer en un principio -sobre todo teniendo en cuenta la existencia de Bloodborne-. El equilibrio que establece entre mecánicas de soulslike e infiltración es muy satisfactorio, y a diferencia del exclusivo de FromSoftware para PS4, que utilizaba las armas de fuego como una evolución del escudo en la saga Souls, este centra el core de su combate en los disparos. Además, termina de sazonar la receta con algunos factores de aleatoriedad, más propios de los roguitos, que sorprendentemente le dan un toque de frescura muy agradecido. La historia es un poco chapa, pero los headshots compensan bastante.

17. Kentucky Route Zero
¿Sabéis esas experiencias que sentís que ni con todas las palabras del mundo seríais capaces de describir? Pues eso es Kentucky Route Zero. Una obra transgresora, que habla sobre (y denuncia) las preocupaciones de una sociedad incapaz de avanzar tan rápido como el capitalismo que la rige. Trágica, misteriosa, tierna y fantasiosa, reafirma los videojuegos como medio definitivo para contar historias, y lo hace con una trama, unos personajes, y unos recursos que sin duda aparecerán en los libros de texto de generaciones futuras. No quiero decir nada demasiado concreto porque os merecéis sorprenderos con todos los trucos que esconde bajo su manga. Jugadlo, joder. Y, cuando lo terminéis, buscad artículos y textos sobre él.

18. Steven Universe Salva la Luz
Es una aventurita de los protagonistas de la serie que, con un guion y un humor calcados a los de la obra original y un estilo de combate a lo Mario & Luigi, se hace súper ligerita y agradecida. A veces viene bien jugar a algo majete y sin muchas pretensiones tras terminar un juego más denso, y si a todo eso le sumas una OST maravillosa y las voces originales del doblaje en inglés, pocas opciones se me ocurren mejores que esta. Por todo esto, también es el juego ideal para los que se quedasen con ganas de más Steven Universe al terminar la serie. Resumen: Rebecca Sugar es mi padre.

19. Mario Super Picross
Pienso lo mismo que Kenny, así que os reconduzco a la primera entrada de su inventario. Aquí encontraréis picross a cascoporro, y algunos bastante laboriosos, así que preparad una buena lista de reproducción con musiquita lo-fi o algún episodio pendiente de vuestro podcast preferido, y a ello.
20. Naruto Ninja Council
Un juego de Naruto donde te mandan misiones contrareloj de matar serpientes en el desierto o murciélagos en una cueva. Nada, ni lo intentéis. Como idea ya huele mal, pero como juego se desenvuelve todavía peor.

21. Final Fantasy IX
Es muy complicado hablar de Final Fantasy IX, porque realmente cuanto menos se sepa de él al empezarlo, más se disfruta. Me gusta, eso sí, cómo maneja el ritmo de sus escenas, tanto a corto como a medio plazo, con recursos prestados de otros medios que le sientan de maravilla. Y me flipa la delicadeza con la que nos introduce su mundo y la profundidad de sus personajes, tanto protagonistas como secundarios. Todos, de una forma u otra, sirven al juego para desarrollar su mensaje central y para hablar sobre el sentimiento de querer pertenecer y sobre el sentido que le damos a nuestra vida.
Maravilloso juego, mejor regalo de cumpleaños (gracias, Keno <3).
/Update%2026/40-050.gif)
22. What Remains of Edith Finch
Cada cierto tiempo me da por ahí y vuelvo a jugarlo, pero siempre que lo termino me sigue pareciendo tan increíble como la primera vez la potencia narrativa de este juego. Habla sobre la magia de contar historias y de aquello que queda de nosotros cuando nos vamos para siempre, y lo hace de una forma inmejorable. Empiezas una nueva partida, el juego rebosa creatividad durante dos horas, y luego termina con un final que me pone un nudo en la garganta siempre que lo recuerdo. Simplemente maravilloso.

23. The Surge
Nada malote, la verdad. Un souls-like con ambientación de robocs y postapocalipsis (¿lo típico de un desierto lleno de deshechos metálicos? Pues eso). Su mecánica más destacable es el tema de los exoesqueletos. Si atacas a un enemigo en una parte del cuerpo sin exoesqueleto le haces más daño, pero si golpeas en alguna zona de la armadura, puedes quitársela y te la quedas para tu body. Esto, junto a un combate exigente pero bastante ágil, asegura un buen puñado de horas repartiendo mamporros extremadamente gustosos.

24. Shelter
Shelter es una experiencia cortita, de no más de una hora y algo, donde encarnamos a una madre tejón viajando junto a sus crías. Me ha parecido un videojuego maravilloso, de estos que consiguen transmitir muchísimo a través de sus mecánicas y de la narrativa que va emergiendo durante el viaje. Cuanto menos sepáis de este, mejor, así que dejad de leer y jugadlo cuanto antes.
(artículo por aquí, jeje)

25. Fables from the Den
De los mismos creadores de Shelter, Fables from the Den recoge un conjunto de historietas contadas por unos cuantos animales que se refugian juntos de la lluvia. A penas tiene interactividad, y el mayor input del jugador es elegir qué historia quiere leer a continuación, pero todos son relatos cortitos con moraleja y que dejan un poso muy wholesome.

26. Samorost 1
Es una aventurilla gratuita que con suerte te dura 15 minutos, pero que encapsula todo lo que hace buenos los juegos de Amanita Design. Resuelves puzles, flipas con lo bonito que es todo, y te ríes un poquillo con el protagonista. No olvidéis darle las gracias a Amanita cada noche antes de ir a dormir por hacer de este mundo un lugar mejor.

27. Rez Infinite
Lo arcade y lo sinestésico se dan la mano en esta especie de shut em’ up hiper colorido. Hay por ahí una historia sobre el futuro y ordenadores con IAs que se rebelan, pero en realidad todos venimos y nos quedamos por la música, las luces, el frenetismo, y la forma en que todo se funde perfectamente en un viaje sensorial. No he probado la versión de VR, y tiene pinta de que debe ser la turbolocura, pero aun así Tetsuya Mizuguchi se consagra oficialmente como mi puto padre.

28. Nongünz: Doppelganger Edition
Roguito con denominación de origen. Es críptico, obtuso y exigente como pocos, pero en el mejor sentido de las palabras. Además, tanto el apartado visual como la OST ponen mucho de su parte para crear un atmósfera opresiva y misteriosa que le terminan de dar el toque de excelencia. Muy bueno, de verdad. Si os llama la atención, de cabeza sin dudarlo, y si todavía dudáis, os dejo por aquí mi crítica en DeVuego.

29. Donut County
Igual que con Edith Finch, de vez en cuando me gusta volver a Donut County, en este caso para no olvidar la genialidad de Ben Esposito. El gameplay es sencillo a más no poder, pero a través de una premisa tan básica como mover un agujero y meter cosas dentro, Esposito se las apaña para ofrecer dos horas llenas de sorpresitas refrescantes y el mejor humor mamarracho.

30. Wattam
El rey de lo wholesome, Keita Takahashi, presenta aquí una oda al buen rollito, a la colaboración y al sentimiento de comunidad. La historia es sencillita en el buen sentido, como un cuento, y el gameplay no ofrece ninguna barrera de dificultad. Tiene evidentes problemas de cámara y los frames van un poco a su bola, pero aun con todo su mensaje llega al jugador de forma cristalina: celebrar la alegría de vivir y de compartir nuestra vida con los demás.

31. Owlboy
Es una ventura sencillita, con un tono muy de cuento y un píxel art súper currado. Me gusta mucho cómo aprovechan la capacidad de volar del protagonista en el diseño de niveles, dándole mucho énfasis a la verticalidad y proponiendo un estilo de plataformeo menos habitual. Tiene algunos momentos tiernos que te tocan la patata, pero se ven un poco eclipsados por la falsa promesa de un juego sin combate (Otis no ataca, pero sus compañeros sí lo hacen y a estos los controlamos indirectamente). Aun así, es una experiencia indie que vale mucho la pena.

32. Flipping Death
También un jueguito indie y con trazas de plataformeo como el anterior, pero si Owlboy se acomodaba en el rollo tierno e inocente, Flipping Death apuesta por el humor gamberro y los chascarrillos refinadamente mamarrachos. En la misma línea (tanto artística como tonal) que el anterior juego del estudio, este nos pone a controlar a la substituta de la muerte en una aventurita llena de puzles y secretos, barnizada con un sentido del humor muy al estilo de los Monty Python.

33. Shadow of the Colossus
El puto mejor juego de la historia, ahora en HD. Se echa un poquito de menos la bruma que envolvía la Tierra Prohibida en el título de PlayStation 2, pero aun así este remake captura a la perfección la esencia del original. Nunca deja de sorprendente lo maravilloso que resulta su universo, tanto a nivel de lore como representando el pináculo del diseño por sustracción. Es un juego fascinante en el mejor sentido de la palabra. Fumito, no nos faltes nunca.

34. Frog Fractions
Cualquier cosa que pueda decir de este juego hará que vuestra experiencia con él sea menos auténtica, así que probadlo y ya me contáis. Podéis escucharnos hablar de él en este maravilloso capítulo del Twin-Stick.

35. Abzu
Una experiencia pro-naturaleza y muy contemplativa, que junta lo mejor de los tres primeros títulos de thatgamecompany en un único juego. Aunque el resultado no es tan redondo jugablemente y se tropieza un poco en lo narrativo, tiene algunas escenas súper potentes y su mensaje (muy valioso) se transmite sin problemas.

36. Wilmot’s Warehouse
Un título único que brilla por su sencillez, basado en organizar, ordenar, y expresarse mediante estas dos acciones en un escenario almacén industrial. A pesar de lo poco sugerente de la localización, Wilmot’s Warehouse consigue crear (con su música, su diseño de audio tan ASMR y su finísimo control) un gamefeel maravilloso. Esto, acompañado con las buenas vibras que transmite el saber que no existe una forma errónea de organizar el espacio y que solamente depende de nuestro criterio, lo hace un juego realmente maravilloso. De lo mejorcito en lo que llevo de año.

37. No Longer Home
Con un estilo cercano y muy íntimo, No Longer Home narra una historia más o menos biográfica, basada en la experiencia de sus creadores durante los últimos coletazos de su paso por la universidad. Se trata de una experiencia básicamente conversacional y cortita, con una visión muy clara de aquello que quiere contar y de sus referencias para hacerlo. Solamente por el cariño con el que están escritos sus diálogos ya vale la pena, pero además estoy seguro de que todes podemos sentirnos identificades con algunos de los interrogantes que plantea en su tramo final.
38. NEO: The World Ends With You
Todo lo bueno se hace esperar, y en el caso de NEO TWEWY esta sentencia es más cierta que nunca. Después de 14 años, la secuela del aclamado título de DS irrumpe en 2021 como un torbellino de cultura urbana, j-rock y espíritu adolescente. Jugablemente, el título tontea con la visual novel y los puzles aunque, igual que su precuela, se basa en lo RPG con un lavado de cara fresquísimo. En cuanto a la historia, la Nomurada se ejecuta con estilo y en su justa medida. Sin duda, uno de los mejores títulos del año y un claro candidato a GOTY.
(podéis leer un poquito más sobre él por aquí)

39. Uncharted 3
No sabría qué decirlos, la verdad. Uncharted 3 se siente como una experiencia extremadamente puente entre el 2 y el 4, como una especie de arco de relleno. Sin embargo, sigue alejándose de esa estructura demasiado videojueguil que tenía el primero y que el segundo ya empezó a corregir, y eso se agradece.
A pesar de sus peros, la saga domina el género de la aventurita como ninguna otra, y eso hace que cuando terminas de jugar solamente puedas pensar en la acción magníficamente bombástica y en que Sully es tu puto padre.

40. Hades
Mucha gente ha hablado ya de este juego (tanto en general como concretamente en Gameno), y lo único que puedo hacer es reafirmar todas sus buenas palabras. Es un rogue-like excelente que sabe encontrar el equilibrio entre el desafío, la accesibilidad, y la narrativa. Lo bien escrito de su guion brilla tanto como el diseño de sus personajes, con una mención especial al currazo del equipo de doblaje.

41. The Legend of Zelda: Ocarina of Time
Me da miedo hablar de un pilar tan central para los videojuegos como Ocarina of Time, pero a la vez me consuela pensar que, después de tantos años, ya está prácticamente todo dicho. Resulta sorprendente ver hasta qué punto este título asienta la jugabilidad tipo Zelda en la que tantísimas sagas se apoyan y propone ideas de diseño y navegación 3D que en 2021 son nuestro pan de cada día. Además, por si no fuese suficiente, las 3 o 4 últimas mazmorras son de los mejores tramos finales que recuerdo haber jugado nunca.

42. Naruto Uzumaki Chronicles
No me escondo: me compré este juego por 3€ solamente porque salía Naruto en la portada, pero al final ha resultado ser una especie de Beat ‘em Up bastante apañadete. Aunque reinterpreta a su forma la historia de los primeros arcos de la serie, jugablemente es entretenido y tiene algunos sistemas curiosos.

43. Cris Tales
RPG colombiano con un cariño muy delicado por lo bonito, tanto en lo referente a su historia como, evidentemente, en su dirección artística. Se trata de una reinterpretación de la fórmula clásica, añadiendo las mecánicas de juguetear con el tiempo (en el combate y en la exploración del mundo). Tiene algunos fallitos de ritmo y le falta algo de pulido en general, pero es un título interesante para los fans del rol y sirve para poner en el punto de mira al estudio creador.

44. Aragami 2
Cuando se trata de ninjas, lo fundamental es saber interpretar la fluidez del movimiento de estos guerreros, y eso Aragami 2 lo clava. El diseño de niveles también es muy orgánico, planteando escenarios con una gran cantidad de rutas y diferentes estrategias para afrontar un mismo objetivo. En ese sentido permite incluso rolear un poco, y ofrece recursos estimulantes tanto si quieres tirar más por el sigilo o como si prefieres darle al combate. El juego, sin embargo, tiene demasiadas misiones y todas muy parecidas, con lo que más pronto que tarde se termina haciendo pesado y algo repetitivo. Más no siempre es mejor.

45. Inscryption
Una cabaña de madera con unos pocos muebles dentro, entre ellos una mesa. Sentado a un lado, el jugador, y al otro, una sombra negra en la que solo identificamos dos ojos mirándonos fijamente. Una voz proveniente de esa masa de oscuridad nos reta a una partida del juego de cartas que se expone ante nosotros.
Bajo la excusa de un rogue-like de construcción de mazos bastante bueno se esconde una experiencia metanarrativa todavía mejor. Daniel Mullins juega constantemente con nuestras expectativas y demuestra un dominio absoluto del ritmo en un lenguaje que solo los videojuegos pueden ofrecer. Otro fijo para la lista de los GOTY.

46. NieR Replicant ver. 1.22474487139
Un título que busca facilitar la entrada a NieR para todos aquellos que jugaron al Automata y se quedaron con ganas de jugar la primera parte. Así, más allá de relanzarse en consolas actuales, el juego revisa su apartado visual y mejora el combate con lo que Platinum Games añadió a la fórmula en 2017 y hacen del juego una experiencia más smooth. El estilo de juego, sin embargo, se mantiene igual, y su diseño anticuado se percibe especialmente disonante y anacrónico, más todavía al actualizar el apartado visual del juego.

47. Unpacking
Unpacking reafirma que se pueden utilizar los recursos propios del videojuego para contar historias, y lo hace explorando la idea de la mudanza y de expresarnos a través de nuestros objetos. No creo que deba decir mucho más, así que simplemente os pediré que lo juguéis, lo sintáis y lo disfrutéis.

48. Tearaway Unfolded
Vale, fuera máscaras. Compré este juego porque el moñeco protagonista me pareció muy mono y la edición que tenían en la tienda venía con un peluchito. Pero más allá de eso, Tearaway es una explosión de creatividad, tanto en sus escenarios y los retos (sencillitos) que estos plantean, como en el uso inteligente del Dualshock para establecer una relación entre jugador y juego. La historia es más o menos clasiquilla, ligerita y con un tono desenfadado, y aun así en sus últimos compases consigue emocionar.

49. Crash Bandicoot
El primero. El original de Play 1. El que plantea desafíos absurdamente complicados pero aun así consigue encontrar el equilibrio entre reto y frustración para hacerte sentir habilidoso y que no puedas dejar de jugar hasta que te lo terminas. Ese mismo.

50. Pokémon Mundo Misterioso: Exploradores de la Oscuridad
De vez en cuando viene bien jugar a algo que te permita desconectar, echar una partida mientras tienes una serie de fondo, y eso es precisamente lo que ofrece la subsaga Mundo Misterioso. Te metes en mazmorras formadas proceduralmente (una especie de proto-roguelike) y vas cumpliendo misiones de rescate y avanzando en la historia con toda la pachorra del mundo. Esta entrega en concreto se viene un poco arriba con el mucho texto en algún momento, pero por lo demás es un juego con un diseño solidísimo y perfecto para desconectar.

51. GRIS
Vale, este es complicado. Tengo algunos problemas personales con el juego y eso hace que necesariamente lo vea con un San Benito del que no puede librarse por mucho que yo quiera. Y, a pesar de esta carga emocional negativa, el juego me ha parecido súper bonito, tanto en lo narrativo como sobre todo en lo visual. Es de esos que busca ser poco difícil para ganar en accesibilidad y que su historia llegue a un mayor público, y creo que esa es una magnífica decisión.

52. Before Your Eyes
Puede que por el nombre no os suene demasiado, pero seguro que si os hablo de aquel juego que salió a principios de año y que su mecánica principal era registrar los parpadeos del jugador a través de la webcam del PC para hacer avanzar la historia la cosa cambia. Debo decir que me ha gustado un montón, tanto por lo original de su idea (de nuevo un título que se nutre de la naturaleza interactiva del videojuego para narrar), como por su historia. Aunque el tracking de los parpadeos pueda fallar en algún momento (tampoco demasiado), solamente por la ejecución de la propuesta y por cómo toca sus temas, vale mucho la pena.

53. Scurge Hive
Aventurita de acción con algo de metroidvania en la receta con un diseño de niveles en 3D que para las limitaciones de la GBA se ve de perlísimas. La ambientación y la historia son básicamente una copia de Metroid, pero lo cierto es que poco termina importando cuando haces click con su jugabilidad.

54. Attack of the Friday Monsters! A Tokyo Tale
Se trata de una especie de spin-off de Boku no Natsuyasumi, una saga de juegos exclusiva de Japón que viene a ser algo así como un “simulador de chavalín durante las vacaciones de verano en el pueblo de sus abuelos”. Este juego en concreto toma todo aquello relacionado con el costumbrismo y con el darle valor a los pequeños detalles y le suma una historia sencillita pero muy tierna. Es cortito, te lo juegas en una tarde tirado en el sofá, pero su tono de aventurita de niños jugando y su maestría para plantear sus temas hace que sea extremadamente satisfactorio de completar. De lo mejorcito que he probado este año.
55. Phoenix Wright: Ace Attorney
Supongo que si te gustan las visual novels este es uno de esos juegos que tienes que jugar. Plantea un elenco de personajes súper carismáticos y casos que se resuelven de las formas más estrafalarias. Es, básicamente, un shonen de juicios (tanto por los ritmos que maneja como por sus tropos), y eso me puto flipa.
